La selección de futbol que nos representa en el mundial Brasil 2014, tiene al país al borde de una histeria colectiva de lograr un triunfo frente a la realeza del balompié mundial.
Este viernes 4 de julio, se escribirá una nueva página en los anales de la FIFA, ante una eventual victoria de los cafeteros a los auriverdes. Y digo eventual, porque bien sabido es que, el futbol como cualquier deporte se gana o se pierde, sobre todo en esta fase donde el empate no alcanza.
Pienso que, este partido será el más difícil, complicado, aguerrido, batallado, donde nuestros muchachos tendrán que dejar el cuero en el césped si queremos realmente profanar la localìa de los tetracampeones. El partido, once contra once no me cabe la menor duda que tenemos la de ganar. Brasil, gana sin jugar bien, Colombia, juega bien y gana. Pero quienes tuvimos la oportunidad de jugar futbol de alto rendimiento, sobre todo a nivel de clubes profesionales y selecciones nacionales sabemos que, cada partido es un desafío, una confrontación aguerrida y sufrida donde se conoce el ganador cuando el árbitro da por finalizado el partido.
Los cafeteros en las dos fases cumplidas a la fecha, llevamos una participación impecable. Solo Alemania, Holanda y Argentina han alcanzado ese cuadro de honor, o sea de 12 puntos 12. La gran diferencia es que, los nuestros las victorias han sido contundentes, a diferencias de otros, obtenidas con angustias y pasando con los pelos en el alambre, como ocurrió con la albicelestes frente a Suiza, que, les tocó apelar a “San Messi” y rezar el “Ave María” para obtener el pasabordo de cuartos de finales.
Ya vienen los brasileños, quienes siempre se han caracterizados, por jugar bonito, alegre, efectivo y contundente. Por algo son los que más títulos mundiales han obtenidos en la historia (Suecia 1958, Chile 1962, México 1970, Estados Unidos 1994, Korea - Japón 2002). Irrebatible es que, en México setenta fue donde los brasileños descrestaron al mundo con el “tic, tic, tic” de la mano de Edson Arantes Do Nacimiento “O Rey” Pelè, Gerson, Jairzinho, Tostao, Rivelino, Zico, era una verdadera sinfonía al mejor estilo de la filarmónica de Beethoven, Mozart, etc. La realidad hoy es diferente, el “Tic, tic, tic que en otrora los hizo famoso, lo tiene la selección Colombia.
Pero no por ello dejan de ser grandes y de un extremo cuidado. El profe Pekerman, zorro curtido, como Filipao y Ferreira, sabe que estos serán los 90 minutos más difíciles e importantes que se juega desde cuando decidió escoger como profesión el futbol, como futbolista activo, hoy, como técnico.
Los colombianos no estamos preocupados por los brasileños, son los brasileños que están preocupados por los colombianos. Nosotros, preocupémonos por el arbitraje y establishment de la FIFA.
Colombia fortalecida, que, no solo juega bien y convence, sino además, tiene a Ospina: mejor arquero; Yepes: descrestó a más de uno, pienso que con sobrados merito lo debemos ascender de capitán a General; Cuadrado: sus dribles, desborde y filtrador de pases tiene anonadados a los brasileños; y la fresa al postre la pone el niño genio, que todo lo que toca lo convierte oro, James Rodríguez: mejor jugador elegido por la FIFA, mejor gol del mundial anotado a Uruguay, máximo goleador a la fecha, para mi es el “Rey Midas”.
La realidad hoy es que, el “Tic, tic, tic”, del que habla Valdano, o ‘jogo bonito’ no le pertenece a los anfitriones, lo tenemos nosotros. Si los muchachos se dedican a jugar como hasta ahora han sabido hacer, sin descuidar la marca, la FIFA y el árbitro no meten la mano, me atrevo aseverar que habrá otro Maracanazo.
Escribió:
IGNACIO RAFAEL ESCUDERO FUENTES
Ex futbolista de la selección juvenil de Colombia, Chile 1974.