La familia lutjanidae corresponde a 350 especies divididas en 17 géneros. Dentro de esta familia de peces se destaca de manera especial el pargo rayado Lutjanus synagris precisamente por su alto valor comercial. El pargo rayado o “caloushou” en idioma Wayuunaiki, es un demersal mediano y se pesca desde Estados Unidos hasta Brasil en el Atlántico Occidental y Mar Caribe. Según el proyecto “Conservando recursos hidrobiológicos y pesqueros en áreas protegidas” (2015), junto a Parques Nacionales Naturales de Colombia, el pargo rayado se califica hoy en día como una especie en PELIGRO DE EXTINCIÓN debido a la sobrepesca como principal amenaza y por ello recomendaron no consumir tallas menores a 33 cm de longitud total. Tomando como fuente a Universidad del Magdalena, AUNAP y Ministerio de Agricultura (2013) en su publicación de tallas mínimas de captura, referente a la pesquería de pargo rayado en el Caribe colombiano, se presentó resultado de 30.1 cm de talla media de madurez sexual y por ello recomendaron pescarlos con longitud total a 31 cm; ya que la realidad mostró que lo estamos pescando y consumiendo en talla media de captura de 25 cm de longitud total. Esta anteriormente citada publicación informó que el 84% del pargo rayado capturado está por debajo de la talla media de madurez sexual. Lo que significa que lo comercializamos y consumimos sin permitirle una responsable y sostenible reproducción y por ello la consecuencia inevitable de una muy probable extinción de la especie; si todos los actores tanto de la cadena productiva como de las instituciones encargadas de su ordenamiento y protección no somos eficaces en nuestras funciones.
Pesca Guajira invita a todos los guajiros a acompañar a las instituciones del Estado como AUNAP (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca), Parques Nacionales Naturales, CORPOGUAJIRA y ONGs, entre otras, en la tarea de salvar este sabroso, sano y nutritivo gran recurso pesquero.
De acuerdo con proyecto “Conservando recursos hidrobiológicos y pesqueros en áreas protegidas” (2015) de Parques Nacionales Naturales y Unión Europea, el hábitat del pargo rayado está asociado a los arrecifes de coral y vive entre 10 a 400 m de profundidad y puede alcanzar hasta tres y medio (3,5) kg de peso, con longitud de hasta 60 cm. En el Atlas Pesquero del Área Norte del Mar Caribe de Colombia (Universidad del Magdalena, COLCIENCIAS, Incoder, Universidad Nacional, 2004) se encontró que el 61% de la dieta del pargo rayado correspondió en los contenidos estomacales a cangrejos, camarones y langosta, seguido de 18% de pequeños peces y 2% de pulpo y calamar; entre otros. El pargo rayado presenta un patrón de segregación espacial con alta abundancia de peces adultos en el sector de La costa Guajira, evento que se asocia principalmente con las aguas frías, (< 25.0 °C) que se derivan de la surgencia costera estacional de la zona. (Rodríguez, Páramo et al. 2012).
La población de pargo rayado de la Guajira va de Punta Espada a Palomino, y por ello es un recurso pesquero natural propio del departamento, al que los Guajiros deberán darle tanta relevancia como a los recursos mineros de la sal, el yeso, el gas y el carbón, y manejarlos de manera responsable y sostenible por toda la cadena productiva desde el pescador hasta el consumidor final; ya que contribuye notablemente al aporte de la seguridad alimentaria del departamento como un alimento nutricionalmente completo y con significativos ingresos de recursos financieros para la familia de los pescadores artesanales, incluidos los Apaalanchi de la cultura Wayuu, para los que el mar es una rica finca donde “pastorean” sus peces de manera similar a los chivos en las sabanas.
Analizando los datos arrojados por la caracterización técnica de la línea base, estado y arte de pesca de las comunidades de pescadores beneficiarias del Proyecto Pesca Guajira, en las siguientes 5 figuras, se puede ver el bajo uso relativo del palangre entre las artes de pesca; arte dirigido a la captura del recurso pargo y otras especies comerciales. En el municipio de Dibulla su actual uso es casi nulo, y en Uribia la tendencia a disminuir es notable, conservándose más significativamente el empleo de este arte de pesca en los municipios de Riohacha y Manaure con 21% de uso en ambos municipios. De manera global para los cuatro municipios el arte del palangre representa el 4% de uso en las actividades de la pesca artesanal de la Guajira.
Teniendo en cuenta que las redes son las artes de pesca predominantes en los municipios costeros de la Guajira (64 a 94% de uso, frente a otros artes) con sus diversos métodos de pesca (ronza, fijos, arrastre y lanceo), es importante que los proyectos productivos dirigidos a la pesca artesanal promuevan el uso de redes de enmalle de fondo (trasmallos o chinchorros) con ojo de malla que cumpla las normas de ordenamiento de la autoridad pesquera, para disminuir la presión del esfuerzo sobre los recursos pesqueros demersales, es decir los del fondo marino.
El Proyecto Pesca Guajira bajo la dirección de La Dra. Emilsa Rojas, ha enfatizado mediante el programa de capacitaciones la importancia del uso responsable y sostenible del palangre en la explotación del recurso pargo. A lo largo del desarrollo de este proyecto se han capacitado a las diferentes comunidades de pescadores beneficiarios, en temas como: las buenas prácticas de uso con seguridad y cuidados de la integridad física del pescador durante sus faenas utilizando el palangre. Así mismo se ha instruido sobre la explotación responsable y sostenible para la conservación de tan importantes recursos pesqueros, como lo son las diferentes especies de pargo que encontramos en las costas del departamento de la Guajira. El SEPEC (Servicio Estadístico Pesquero Colombiano) a través de la AUNAP y La Universidad del Magdalena reportó capturas para el primer semestre de 2014 de 11.44 toneladas de pargo rayado en el Caribe colombiano, siendo la especie de pargos con mayor volumen de desembarco, dentro de las capturas totales de pargos que las reportó el SEPEC en 58 toneladas, representando el 5.3% de las capturas de pescado en el Caribe colombiano.
En vista de la tendencia al menor uso del palangre parguero por parte de las comunidades beneficiarias en comparación con el uso de redes y en consecuencia con lo trabajado durante la fase de capacitaciones, cabe anotar que el proyecto incluyó en la etapa de dotación entre los elementos, la entrega de insumos para la reparación y elaboración de palangre parguero en lo concerniente al tema de dotación de materiales para artes de pesca.
El equipo del proyecto Pesca Guajira ha propuesto en su actividad de capacitación sobre buenas prácticas en el uso del palangre a cerca de 500 pescadores artesanales, que el pescador como criterio de pesca responsable y de manera autónoma, inicie el aumento del tamaño de los anzuelos del palangre parguero de los actuales pequeños de números 9, 8 y 7, a tamaños de 6, 5 y 4 (entre menor número del anzuelo, mayor su apertura y longitud), para aumentar las tallas medias de capturas a una superior a la talla de madurez sexual. Estos palangres pargueros de fondo generalmente usados en la Guajira cuentan con línea madre de monofilamento de Nylon de 120 a 160 libras de resistencia, sobre la cual se cuelgan bajantes de 1 a 1.5 m de Nylon de 80 a 90 libras, en número desde 200 hasta 800 anzuelos, separados por dos brazas de longitud sobre la línea madre. Este arte de pesca se cala sobre fondos duros entre las 10 y 50 brazas de profundidad, y cuenta con mecates o manilas para asegurar el palangre y sus elementos de señalización como las banderas y boyas, y de anclaje como garrapines , piedras o pesadas piezas mecánicas recicladas de autos. Pesca Guajira ha recomendado incluir en la siguiente fase de dotación a las 47 comunidades costeras de los municipios de Dibulla, Riohacha, Manaure y Uribia, con cerca de 2.500 familias beneficiarias directas del proyecto organizadas en 32 asociaciones de pescadores en Riohacha, 28 en Manaure, 23 en Uribia y 37 en Dibulla; los elementos e insumos necesarios para elaborar sus palangres pargueros.
Palangres pargueros de las comunidades Wayuu de Ahumao y Cangrejito, Riohacha. Proyecto Pesca Guajira (2015).
Registro fotográfico de actividades de taller de capacitación en buenas prácticas en el uso del palangre, en el Proyecto Pesca Guajira (2015).
Como para dar buen manejo a un recurso natural se debe conocer su ciclo de vida, en el caso de la pesca del pargo con palangre, se asocian otros dos recursos pesqueros, como son el machuelo (Opisthonema oglinum), que es un pez pelágico tipo sardina y se usa para el cebo o carnada de los anzuelos del palangre y el pez conejo o atpana en Wayuunaiki o pez sapo o globo (especies Sphoeroides dorsalis y Lagocephalus laevigatus), que son los peces que rompen los aparejos de cuerdas del palangre, con sus filosos y grandes dientes, y que desestimula el uso de este arte, porque se pierde la inversión en el mismo en su totalidad o parte del mismo. El machuelo es una especie filtradora, consumidor primario de la cadena trófica marina, abundante en la Guajira y tiene gran potencial para el desarrollo de una pesquería artesanal avanzada de embarcaciones cerqueras, para su uso como carnada de la flota parguera artesanal del Caribe colombiano, o su transformación en harinas y aceites de pescados, su enlatado como conserva, o para exportación como carnada de la pesca deportiva y para los palangres industriales de pesca de atún, conocidos como long line; o como alternativa más importante, para su uso directo en el aporte a resolver los actuales problemas de inseguridad alimentaria en algunas comunidades Wayuu, por ser un alimento nutricionalmente completo con excelente calidad y contenido de proteínas, grasa insaturada, vitaminas y minerales.
Sobre atpana es un recurso pesquero que se alimenta de invertebrados filtradores, pastos marinos, cangrejos y gusanos poliquetos, que posee carne muy apreciada en la cocina oriental, y por ello en México, donde se le conoce con el nombre común de botete, como producto de investigación están terminando de cerrar su ciclo para reproducción y cultivo en jaulas en el mar, debido a su buen precio en filete. En el consumo local por parte de las comunidades Wayuu cercanas a Riohacha, se han presentado incidentes con sus animales domésticos al darles las vísceras, piel y gónadas, que contienen tetrodotoxina que afecta negativamente la salud del sistema nervioso, incluso de los humanos, y se han presentado muertes en el Caribe colombiano por el consumo de gónadas o huevas de este pez; y por ello para su comercialización de la carne se debe tener mucha responsabilidad y en lo posible tener certificados de las autoridades pesqueras y de alimentos como son AUNAP y el INVIMA. Para minimizar el efecto dañino de atpana sobre los palangres se recomienda reemplazar los hilos de Nylon por guayas y alambres acerados, así como elaborar 4 palangres de 200 anzuelos cada uno, en vez de uno de 800 anzuelos.
No más consumo comercial de pargo tamaño platero. Fotografía ing. Luis Torres (2015) y bióloga Karina Tejeda (2013), profesionales del Proyecto Pesca Guajira.
De parte de la Dra. Emilsa Rojas y todo el equipo de trabajo de Pesca Guajira, junto a la Gobernación de la Guajira, hacemos el llamado al pueblo Guajiro consumidor, al pescador artesanal y las empresas de la cadena productiva como pescaderías, grandes superficies y restaurantes, a la no pesca, comercialización y consumo de pargo rayado de “tamaño platero” que no cumple con la recomendación de talla mínima, puesto que no estamos permitiéndole la reproducción normal a este recurso natural. “Todos somos el problema y todos somos la solución”. Comprometámonos con el consumo de pargo en postas. Incluso el pargo cebal o palmero Lutjanus analis y el mero guasa Epinephelus itajara se encuentran en estados de casi amenazada y peligro de extinción, respectivamente, y por ello aprovechamos igualmente para hacer la advertencia sobre su necesidad de uso y manejo responsables. Otras especies marinas estratégicas para la Guajira y que requieren urgente manejo sostenible y ordenado, son el crustáceo langosta espinosa Panulirus argus en peligro de extinción que se recomienda ser colectada y consumida en tallas superiores a 22 cm y sin captura de hembras ovadas, y dos moluscos: caracol pala Eustrombus gigas y caracol burgao Cittarium pica, ambos en peligro de extinción, y sobre los cuales el Ministerio del Ambiente y Parques Nacionales Naturales recomiendan no comprar artículos de decoración o para accesorios de vestir elaborados con sus conchas.
Elaborado por:
Dra. Emilsa Rojas Atencio, directora Proyecto Pesca Guajira
Luis A. Torres y Jeison E. Gutiérrez, ingenieros pesqueros, Proyecto Pesca Guajira
Riohacha, junio 10 de 2015