El siete de marzo desapareció misteriosamente la enfermera Jessuris López Martínez de 24 ños de edad y empleada de la EPS Comeva. A un mes de su desaparición, ninguna persona natural o jurídica a dadop pistas de lo acontecido con esta joven mujer a quien su pequeño hijo reclama diariamente.
El pasado 30 de marzo centenares de indígenas wayuú se tomaron las principales calles de Riohacha para alzar su voz de protesta por la desaparición de la enfermera Jessuris López Martínez.
La manifestación salió desde el parque de La India, pasó por el Centro e hizo una parada en la Gobernación de La Guajira, donde Zoraida Martínez, madre de la menor, en cortas palabras expresó: “tengo la esperanza que pronto regreses a casa”, refiriéndose a su hija Jessuris.
Familiares, amigos, compañeros de trabajo, asociaciones indígenas, líderes, entre otros, se unieron a la manifestación y reprocharon la opaca participación de las autoridades como la Policía y la Fiscalía, los cuales luego de 24 días no tienen pista sobre el paradero de la enfermera.
“Es una joven a la que su familia espera, todos los que nos acompañan acá también la esperan, y se espera respuesta no sólo de la Fiscalía sino de la Policía, el Gaula. No podemos seguir viviendo en un departamento donde somos aislados totalmente por la indiferencia del ente de control, por las personas que deben salvaguardar los derechos humanos”, manifestó Débora Barros Fince, líder indígena y representante de víctimas en La Guajira, y quien hace poco estuvo como víctima en el proceso de paz en La Habana, Cuba.
El Gobierno departamental subió la recompensa por información sobre el paradero de la enfermera a 40 millones de pesos.