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"Las petroleras deben pagar más impuestos": Joseph Stiglitz

10.04.2014 16:49

Esa es una alternativa para reducir la desigualdad en el país, dijo Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía.

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-- Como un médico experto, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, presentó en 35 minutos el diagnóstico y los remedios para un paciente que está bien en su sistema circulatorio, pero tiene unos órganos que no andan bien.

El examen comenzó por el lado positivo: el crecimiento de la economía por encima del promedio mundial, el bajo nivel de endeudamiento, de los precios de la canasta familiar y la reducción del desempleo.

“Creo que Colombia ha hecho un buen papel en su crecimiento económico a pesar de la violencia que la ha afectado durante mucho tiempo. Si logra la paz, ésta sería un trampolín para el crecimiento económico”, explicó Stiglitz, quien aprovechó la oportunidad para pedirles a los negociadores en La Habana que el tema de la desigualdad sea abordado en la mesa de negociación.

Una vez surtido este proceso, pasó a los términos medios, donde se destaca el aumento de la cobertura en educación y las políticas en infraestructura para espacios urbanos, especialmente en ciudades como Medellín.

Fórmula contra desigualdad

Cuando empezó a profundizar en el estado del paciente, el panorama fue cambiando y se concentró en un tema que está haciendo metástasis: la desigualdad.

Después de dejar claro que Colombia es el país más desigual en el continente después de Haití, empezó a explicar cómo este fenómeno nos afecta a todos y sacó el recetario para comenzar a formular remedios.

El primero de ellos, de corto plazo, fue el aumento de los impuestos a las mineras, petroleras y demás empresas que explotan recursos no renovables, toda vez que Colombia padece “la maldición de los recursos naturales”.

“Uno de los problemas de Perú y Colombia es que tienen muchos recursos naturales y han tenido una revaluación y desindustrialización con la maldición de los recursos naturales. Si se gastan los recursos que tienen en solo poner a producir tierras están perdiéndolos, tienen que gastarlos en infraestructura, educación, salud”, manifestó Joseph Stiglitz.

El premio Nobel recetó que el aumento de los impuestos a estas empresas se compense con menos trabas a las compañías que usan más mano de obra y a otras en general que aumenten sus puestos de trabajo. “Estas son medidas que ayudarán a frenar la desigualdad”.

Bancos afectan al paciente

Otros de los responsables de la brecha que hay en desigualdad son los bancos. El profesor de Columbia aseguró que los altos costos y la poca preocupación por apoyar a los estratos medios y bajos, tiene un impacto directo en Latinoamérica y el mundo en general.

“Algunos bancos han sido más responsables que otros, por eso no quiero condenarlos a todos, pero solo en el caso Estados Unidos aplican préstamos para vivienda que son discriminatorios”, indicó el premio Nobel de 2001.

Sobre los TLC

Sobre este tema Stiglitz dijo: de TLC solo tienen el nombre, son acuerdos a favor de Estados Unidos. Es importante entender que los TLC no crean un campo neutral, uno tiene que tratar que este desnivel se intente superar en el terreno de juego, por ejemplo en el sector de servicios.

Las recomendaciones del experto para el país son: frenar la desindustrialización; reducir la desigualdad; apoyar el desarrollo de ciudades y el cuarto es sacarles provecho a los TLC

Las gabelas tributarias, como su nombre lo indica, son impuestos que dejan de gravarse al gran capital (exenciones, deducciones, exclusiones, reducciones impositivas), las cuales según el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) de 2010, superaron los $8 billones.

 

 

Amylkar Acosta 2011. manifiesta que entre  2004 y 2008 el Gobierno dejó de recaudar por cuenta de las gabelas $26 billones y en el 2008 y 2009, subieron de $7.5 billones a $8 billones y enfatiza que quienes defienden estas prerrogativas al gran capital aducen que ellas han sido las que han hecho posible el “éxito” del país en atraer la inversión y dan la “confianza inversionista”; por ello las blindaron a través de los contratos de estabilidad jurídica[1], para hacerlas inamovibles. Pero, está demostrado que no existe ninguna correlación entre tales gabelas y la mayor afluencia de capitales al país, igual al que se ha dado en el resto de Latinoamérica sin que los demás países de la región hubieran tenido que imitar a Colombia para lograrlo.

 

El profesor Paul Krugman recordó a través de un reportaje a la Revista Dinero sobre el particular, que un esquema semejante a éste se ensayó durante la administración Reagan en los EEUU, pero que pocos años después se percibió que generaba una reducción de impuestos para las compañías demasiado grande[2]. Y luego de calificar esta ocurrencia como regresiva e incluso de injustificable, pues sólo contribuía a elevar las utilidades de manera exorbitante, sin generar más empleo productivo.

 

Según un estudio reciente de Zee Stotsky  del FMI, se afirma que cada vez hay un mayor consenso acerca de que “desde la perspectiva del desarrollo, este tipo de medidas (reducciones y exoneraciones de impuestos para atraer inversiones extranjeras), son ineficaces o incluso, contraproducentes en el largo plazo”[3].

 

Los anteriores planteamientos  proponen un análisis de profundidad, en cuanto a mirar la viabilidad jurídica, la factibilidad económica y la conveniencia nacional de reducir gradualmente las gabelas tributarias hasta un 50% (10% durante cada año), cuyo ahorro se transfieran a un fondo que se cree para invertirlas en el sistema educativo planteado, de tal manera que si en el 2010 las gabelas tributarias superaron la cifra de los 8 billones de pesos, es factible que en 2013, ese 10% inicial pueda ser significativo en conjunto con otras fuentes de financiación para iniciar  el proyecto educativo industrializado autosostenible, principalmente en las zonas más rezagadas del país.

 

   

JORGE ALBERTO

REBOLLEDO CUISMAN