Por Luis Mora Domínguez.
Este domingo 22 de noviembre nuevamente quedaron sin fluido eléctrico los municipios del norte del departamento de La Guajira, incluyendo a su capital Riohacha, Distrito Especial Turístico y Cultural.
Riohacha, Manaure, Dibulla, y Uribia tienen un largo historial de domingos enteros sin energía, aunque la fronteriza ciudad de Maicao tampoco es la excepción. Las estadísticas entre los usuarios se han perdido por lo repetitivo de estos cortes de fluido eléctrico. Sólo Electricaribe debe llevar un record de cuantos apagones de esta naturaleza ha programado, bajo el título de “mantenimiento”.
La inconformidad de los usuarios de la empresa prestadora del servicio de energía en La Guajira, se fundamenta no solo por los miles de cortes por más de 12 horas continua que se han llevado a cabo los domingos, sino porque pese a esos “mantenimientos”, diariamente el voltaje energético sube y baja, mientras que muchos sectores sufren apagones cotidianamente.
Los apagones diarios se registran en todos los sectores, la banca recurrió a la compra de plantas eléctricas, para no frenar su actividad. Esto casusa doble contaminación: La auditiva y la expedición de gas carbónico. Muchos comerciantes también han recurrido a este mecanismo al igual que algunos de la zona turística de Riohacha.
A grandes rasgos, el simple observador deduce que la economía guajira es afectada grandemente por la forma como Electricaribe presta el servicio en Riohacha y resto del departamento.
Por qué pasa esto en La Guajira?
El ciudadano de a pie no tiene ni idea del por qué diariamente hay fluctuaciones del voltaje energético, mucho menos por qué durante el año se hacen “mantenimientos” que los deja sin fluido eléctrico por 12 horas seguidas.
Lo que si saben es que mensualmente la facturación se incrementa paulatinamente al igual que el desaparecido UPAC. También saben que sus equipos eléctricos se dañan sin que nadie les reponga económicamente. Que los productos que requieren refrigeración se les descomponen.
Los comerciantes que utilizan la energía para la preservación de los productos, sufren millonarias pérdidas.
Lo grave de la situación es que la clase dirigente en general, nunca se ha pronunciado sobre las verdaderas causas de esta realidad. En el mejor de los casos hay voces de “protesta”, que no superan a las de los ciudadanos comunes y corrientes.
Es cierto que en la costa Caribe todos los usuarios de Electricaribe están inconforme con la prestación del servicio de energía, pero lo que acontece en La Guajira y peor en el norte de la península es mucho más grave.
La Guajira en primer lugar, y el resto de los departamentos de la costa norte colombiana están esperando del gobierno nacional, una solución al grave problema que representa Electricaribe, por cuanto quedó claro que la reinyección de recursos económicos para esa entidad, no es la solución.